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20 de agosto de 2025

¿Para qué sirven los datos bancarios en tu negocio?

 

Qué son los datos bancarios

 

Cuando eres emprendedor, te enfrentas a nuevos retos día con día y muchos de ellos tienen que ver con temas cotidianos, como el manejo de datos bancarios en tu negocio.

Aunque estamos acostumbrados a escuchar y hablar de los datos bancarios (número de cuenta, CLABE interbancaria, NIP, CVV), solemos usarlos a nivel personal, pero las reglas cambian cuando tienes que usarlos en tu negocio para cobrar y facturar.

Si te encuentras en este punto, te conviene seguir leyendo, ya que aquí te ayudaré a repasar las bases de qué son los datos bancarios, para qué sirven en tu negocio y cómo puedes mantenerlos seguros.

 

¿Qué son los datos bancarios y por qué importan en tu negocio?

Los datos bancarios son el conjunto de elementos que identifican una cuenta bancaria; sirven para realizar transferencias, recibir depósitos, emitir facturas y comprobar movimientos ante el SAT o para resolver aclaraciones con algún cliente.

Dominar esta información es crucial para el crecimiento de tu negocio, pues si no eres consciente de su importancia y, sobre todo, si no cuidas su privacidad, puedes meterte en problemas:

  • Multas y sanciones legales, si no mantienes la confidencialidad de los datos bancarios de tus clientes.
  • Pérdida de confianza de tus clientes y daño a tu reputación.
  • Costos operativos para rescatar la seguridad de tu negocio.
  • Robo de fondos de tu negocio o pérdida de ingresos.
  • Interrupción en las operaciones de tu negocio, sobre todo si eres víctima de ataques cibernéticos.

Dicho esto, empecemos por repasar cuáles son los principales datos bancarios que debes tener en mente.

 

¿Cuáles son los datos bancarios usados en México?

Como emprendedor, la siguiente información bancaria es clave para que puedas cobrar a tus clientes, pagar y declarar tus obligaciones fiscales:

1. Número de cuenta o tarjeta

Es el número que identifica a una cuenta bancaria, así como a una tarjeta de débito o crédito. La cuenta bancaria suele tener entre 10 y 11 dígitos, mientras que una tarjeta tiene 16 dígitos.

Pero, más allá de identificar a la cuenta y el propietario, estos números contribuyen a:

  • Garantizar la seguridad en las transacciones, ya que los números de cuenta o tarjeta validan la compra. Muchos bancos han optado por quitar los números de las tarjetas y digitalizarlos, para que solamente el titular pueda verlos.
  • Prevenir fraudes, sobre todo si están intentando usar cuentas o tarjetas falsas.
  • Registrar y dar seguimiento a las transacciones. Esto ayuda a que tú también tengas visibilidad y control de tus gastos, y puedas reportar cualquier movimiento no reconocido.

2. CLABE interbancaria

Aunque algunos la llaman clave interbancaria, en realidad se escribe CLABE. Es un número único e irrepetible de 18 dígitos que sirve para hacer transferencias entre cuentas de distintos bancos.

Al igual que el número de cuenta o tarjeta, sus dígitos tienen un propósito:

  • 6 números que identifican al banco.
  • 11 números que pertenecen a la cuenta del destinatario.
  • 1 número que verifica que los dígitos del banco, sucursal y cuenta sean correctos entre sí.

Si te preguntas cuál es la CLABE interbancaria, puedes consultarla en tus estados de cuenta, en tu banca en línea (app o sitio web) o comunicarte directamente con tu banco para que te proporcionen el número (pasando primero los filtros de seguridad).

3. Titular de la cuenta

Es la persona física o moral que aparece como dueña de la cuenta, y por lo tanto, es responsable de lo que suceda con ella.

Es importante que el nombre del titular, su teléfono y dirección sean correctos para evitar rechazos o errores en las transacciones, ya que te puede costar pérdidas o causar problemas con la facturación, y posteriormente, con tu declaración anual.

4. CVC o CVV

¿Alguna vez te has preguntado qué significa CVC en una tarjeta? Es simple: se trata del código de seguridad de tu tarjeta, y normalmente se encuentra al reverso de la misma.

El CVC (Código de Verificación de la Tarjeta ) o CCV (Valor de Verificación de la Tarjeta) son códigos de 3 dígitos que ayudan a prevenir el fraude en las transacciones. Al introducir el CCV o CVV en una compra, especialmente en línea, se confirma que la persona tiene acceso a la tarjeta física y, por lo tanto, es el titular o tiene autorización del mismo para usarla.

Hoy en día, los bancos recomiendan activar el CVC o CVV dinámico a través de su banca en línea (app o sitio web). Al activar un código dinámico se refuerza la seguridad, ya que este código cambia frecuentemente, impidiendo que una persona que haya tenido acceso al CVC o CCV –ya sea por error o por robo– pueda utilizarlo.

5. RFC (Registro Federal de Contribuyentes)

La cuenta bancaria normalmente tiene asociado tu RFC. Como emprendedor, es necesario que te des de alta ante el SAT para que recibas tu RFC y tu CFDI (Comprobante Fiscal Digital por Internet), y puedas facturar tus cobros.

Además, el RFC sirve como una identificación de tu negocio, avalando que es un emprendimiento formal y que puede tener acceso a beneficios como créditos empresariales, programas gubernamentales, entre otros.

Si no te has dado de alta, no puedes generar facturas y esto puede traer consecuencias:

  • Multas o amonestaciones por parte del SAT.
  • Imposibilidad para deducir impuestos en tu declaración anual.
  • Los clientes pueden denunciarte ante el SAT por no darles facturas.

Estos son los datos bancarios que debes tener presentes en tu negocio y verifica bien para qué los usarás, ya que, si bien su función principal no cambia, sí lo hace el propósito que les des.

 

Cómo usar los datos bancarios de clientes de forma segura

Para qué sirven los datos bancarios en tu negocio

Los datos bancarios pueden tener distintos fines en tu negocio: cobrar a clientes, pagar a proveedores o empleados, y cumplir con tus obligaciones fiscales.

Cobrar a clientes

Al estar dado de alta en el SAT, podrás emitir facturas para tus clientes. Y con tu cuenta bancaria y sus datos de seguridad (CLABE, número de cuenta), podrás recibir transferencias, pagos en línea o pago con terminal.

Pago de proveedores o empleados para deducciones

Cuando hagas tu pago a proveedores, serás tú quien pida la factura para incluirla en tu declaración anual. Además, para hacer pagos, es mejor hacerlos mediante una transacción bancaria para evitar problemas o malentendidos con el SAT.

Si tienes empleados, necesitas que también ellos tengan en orden sus datos fiscales y bancarios para poder darles su sueldo y prestaciones de ley.

Declaración anual y deducciones

Como empresa o negocio, puedes deducir el pago de mercancía (proveedores), gastos operativos (renta de oficinas, servicios), viáticos (en caso de que tú o tus empleados viajen por negocios), así como las aportaciones patronales que hagas al IMSS.

Para hacer esto, necesitas tener en orden tu situación fiscal y tener una cuenta bancaria que registre tus operaciones.

 

Cómo manejar correctamente los datos bancarios en mi negocio

Ahora que ya tienes una mejor idea de qué son los datos bancarios, cómo funcionan de acuerdo a su propósito y cómo ayudan a mantener la seguridad de tus operaciones, aquí te comparto buenas prácticas que debes seguir sí o sí para prevenir fraudes o problemas financieros:

  • No compartas ni permitas que tus clientes te compartan los datos de su tarjeta (sobre todo el CCV o CVC) por medios como WhatsApp, correo electrónico o comentarios en redes sociales.
  • Al hacer una transferencia, verifica que los datos del destinatario sean correctos para evitar pérdidas de dinero por un descuido. Igualmente, si ofrecerás pago con transferencia a tus clientes, imprime tu número de cuenta o CLABE y asegúrate de que los datos sean correctos para evitar un mal trago a tu cliente.
  • Usa cuentas separadas: una para tus gastos personales y otra para las finanzas de tu negocio. Así también darás una imagen más profesional a tus clientes y proveedores.
  • En caso de que te equivoques en una transacción, llama inmediatamente al banco para resolver la situación o llega a un acuerdo con tu cliente.

No necesitas ser contador ni financiero para manejar bien tus datos bancarios y los de tus clientes. Sólo debes entender su función y tener cuidado al usarlos para garantizar el éxito en tus operaciones.

Tener control de tus datos bancarios es más que recibir pagos: es una forma de proyectar profesionalismo, confianza y crecimiento en tu negocio.