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Cómo validar las emociones de los niños

Es importante reflexionar antes de actuar frente a las emociones de los niños.

Tal vez nuestro primer impulso sea decirle que los niños grandes no lloran, o que siempre nos hace llegar tarde. Pero, si miramos con perspectiva, comprenderemos que es más valioso tomarnos ese tiempo extra en acompañar al niño ante su desborde emocional.

Para validar las emociones de los niños puedes seguir los siguientes pasos:

  • Ponerle nombre a lo que sienten. Ellos muchas veces no logran identificar de forma precisa cuál es la emoción que les embarga en cada momento; de esta manera los ayudamos.
  • Validar la emoción transmitiéndole al niño que es una reacción normal y que tiene derecho a sentirla.
  • Explicarle los motivos. Tal vez no los comprenda o no le resulten convincentes, pero es importante contárselo.
  • Ofrecerle herramientas para gestionar esas emociones. Enseñarle que puede disminuir su intensidad cambiando sus pensamientos o buscando una alternativa. Así, podríamos explicarles:“Veo que estás disgustado por tener que salir del baño. Es normal enfadarse por tener que dejar de jugar cuando estás tan a gusto. Pero ya es tarde y tenemos que cenar. Si quieres, puedes ayudarme a preparar la cena, como un auténtico cocinero”.
  • Conexión y respeto. En lugar de minimizar sus emociones o molestarnos por su rabieta, le hemos dado lugar a sus sentimientos. Hemos conectado con él, le hemos comprendido y acompañado, y le hemos ofrecido una alternativa para disminuir su malestar. De esta forma, el niño se sentirá amado, respetado y contenido. Irá aprendiendo a identificar sus propios estados emocionales y a lidiar con ellos de una forma sana. Pero, sobre todo, forjará un vínculo de confianza y afecto con nosotros.